viernes, 26 de junio de 2009

Fin de semana a la vista...

... y escribo unas lineas para evitar el tedio y el hastío en la oficina. La semana que viene está prácticamente planificada y paso los minutos discutiendo de fútbol con Juan Moya o leyendo una y otra vez una alusión a mi anterior entrada en este discreto diario por parte de un jugador blanco (volveré a esto mas tarde).
Por una razón u otra paso mucho por los Baños del Carmen y, automáticamente, me viene a la mente SEK los sábados por la tarde. El olor del balneario y de los eucaliptos me recuerdan mi niñez, mis primeros veranos en Málaga. Me encantaba ir a este malagueño rincón con mi madre y mi madrina, cambiarme en los vestuarios y beber mucha agua en la fuente después de mi baño de mar. Ahora, al conducir por esa zona y tropezar con las raíces de los árboles me acuerdo de haber ido con mi moto sábado tras sábado a disfrutar, a ver a mis amigos, a saborear otro olor de añoranza, el del albero (cuando era albero o algo muy parecido) mojado. Después del partido, la ducha y los achuchones y cánticos de hermandad, de exaltación de la amistad (sin dos copas de mas), el dinero del alquiler (en pesetas) y hasta el siguiente fin de semana.
Ahora "El Romeral", los lunes y a las 20:00 (o algo mas tarde usualmente y no por culpa mía) y algunos sentimientos siguen siendo los mismos. Me acuerdo de la rodilla de Juanjo (y eso que no lo vi en directo), de los múltiples esguinces sufridos, de las paradas o goles de Leandro, las carreras y quiebros imposibles de Esteban, los sutiles toques de izquierda de Carlos Cañas y muchas cosas mas que tomarían demasiado espacio virtual.
Por circunstancias de la vida y del deporte, nuestro Juan Moya se ha lesionado y ahora actúa de árbitro. Todo el que alguna vez se ha colgado un silbato y ha intentado ser juez y dirimir con exactitud algún evento deportivo sabrá de la dificultad que eso entraña. Todos podemos quejarnos y discutir un poco (aquí viene mi contestación a las alusiones), pensar que lo ha hecho mejor o peor, etc. pero hay que evitar las excusas y el martilleo constante. Los mártires no existen ya... El "hemos ganado a pesar del árbitro..." es tan fácil como falso. Unas veces te quita y otras te da. Repito que si a alguien no le gusta lo que ocurre o lo que se pita, le presto las tarjetas y el silbato y me pongo a sus órdenes.
No voy a contar las faltas pitadas, las no pitadas o los fueras de juego, porque ya hay demasiados "árbitros" en cada partido. Todos deberíamos mirarnos en un espejo y hacer auto crítica.
Buen fin de semana a tod@s los que leéis este blog (he descubierto que sois al menos cuatro lectores).
PD: Zidane ha vuelto. Enhorabuena.

martes, 23 de junio de 2009

Querido lector...

...en singular, ya que, posiblemente, Miki sea el único que lea este diario. No te ofendas Miki, pero para una persona solamente me da mucha perecilla escribir.
He vuelto a jugar, alternando (como me caracteriza) partidos regulares, malos y uno bueno. Jugué muy concentrado en Madrid, en sintonía con el equipo y he jugado una par de encuentros muy descentrado, pensando en un millón de cosas, ninguna relacionada con el partido y eso se nota.
La memoria me lleva a hace tres lunes, partido malo, malo, malo. Muy poca actitud y lluvia de goles. Desidia total y absoluta. Mi comparación con un equipo de Clics de Playmobil la mantengo.
Hace dos lunes, cambio en todo el equipo. No se de donde salió el empuje, la presión, pero no lo cuestiono. Concentración incluso de este humilde aprendiz de portero y gran partido "rojillo". Victoria por dos a uno con polémica, pero es que si el árbitro es Juan Moya...no se pueden pedir peras al olmo.
Esa misma semana, sección Fútbol Sala y chorreo a los blancos. Perdí la cuenta de cuantos goles marcaron Belda y Millán, pero terminamos ganando ocho a cuatro. Resultado engañoso ya que ganábamos por seis goles a falta de un par de minutos...
Ayer, desastre total. Admito obviamente mi porcentaje de culpa y recuerdo con tristeza que sólo paré un balón y me la metieron en el rechace, con lo que no creo que cuente como parada. Perdimos seis a cuatro, con penalty muy cuestionado y una acción que dice poco de Franco en el último gol... Explico esa jugada: balón que se va a la banda y todos los gallos piensan que no llega, saca fuerza de flaqueza y la consigue centrar, Pesqui engancha el centro y trallazo al fondo de la red. Hasta ahí todo fenomenal por parte blanca, pero el comentario a viva voz de "... y contra doce, jugamos contra doce..." me parece fuera de lugar a todas miras... Si no le gusta como arbitra Moya, ya sabe lo que hay o pitar él o aguantarse, que le aseguro que no hay ningún rojo que piense que fue penalty lo de Ernesto y nos aguantamos...
Hay que tener clase para ganar y para perder...