Calor, mucho calor... Demasiado. ..Yo intento vestir fresco, con poca ropa (pocas capas de ropa quiero decir) y paso por debajo de los aspersores (la RAE no lo contempla como una palabra). Iluso de mi llego al campo a las 19:25 y está cerrado a cal y canto. Doy una vuelta, buscando un lugar para miccionar y comprar un Aquarius de naranja. Me encuentro con los dos Moya, padre e hijo. Nos juntamos los tres en la puerta del campo de El Romeral, después de llamar a Toñe para asegurarme que hay partido, y calentamos un poco. Si Manolo Lama nos hubiera visto a Moya junior y a mi nos sacan en la Cuatro. Llega Yahvé y, minutos mas tarde, Jose María (no Aznar) nos abre el campo. Son las 19:56 y comenzamos en cuatro minutos, que mala pinta.
Al final el partido levanta el telón a las 20:50 aproximadamente. Que suerte poder tirar 50 minutos de alquiler por la borda. ¿De verdad os importa tan poco que algunos lleguemos temprano o a nuestra hora? No escuché a nadie disculparse por ese motivo, yo lo habría hecho, pero está claro que la educación va por barrios. Yo, como siempre, haciendo amigos... Lo lamento, pero lo escribo como lo siento.
Estoy ahora sentado en Pedregalejo, y me pregunto donde puñetas está la crisis. Os aseguro que hay cientos de personas en la playa y aledaños, esperando turno para sentarse en las mesas de los garitos de alrededor. Que sana envidia yo que pensaba que a mi la crisis no me afectaba ya que como nunca he tenido dinero, no puedo echarlo de menos. Aprovecho la conexión WIFI de uno de los locales para sentarme y aporrear el teclado del PC, esperando una inspiración que no llega. Pero no me puedo ir a dormir y me parece esta una buena forma de matar el tiempo.
Empezamos muy tarde, perdiendo en el sorteo de campos. Somos uno mas y tenemos a Lolo de nuevo vestido de rojo (o lo mas parecido que ha encontrado). Toque, toque, toque y no hay señal de los blancos. Llega Toñe y empiezan a apretar los dientes, presionando, mordiendo. Pero estamos jugando mejor y aunque el fútbol no sea siempre justo, Alonso marca y nos pone en franquicia merecidamente.
Fin de la primera mitad, nadie ha hablado del árbitro (aunque se hará).
Cambio de campo, manguerazo (no existe en el diccionario, pero ¿alguno lo sabiais?) y comienza la segunda parte. Mas de lo mismo, dominio rojo. Pero, he aquí lo injusto de este maravilloso deporte, nos marcan el empate. Alonso tiene un tiro franco que manda al Clínico, Yahvé supera a Ignasillas con un certero remate de cabeza pero la saca Santi Orza y Macías falla un penalty. Él dice que Ignasillas hace la parada de su vida, pero en una pena máxima es que tira el que falla (¿cierto Leandro?). Antes de que se me olvide, Iñaki no puede por asomo comparar este lanzamiento con el de Madrid. Aquel era un partido histórico y el de anoche uno mas. Nuestra historia merecía marcar ese libre directo desde los once metros, no merecíamos que se marrara...
Llega el empate blanco en una jugada de alevines femeninos. No me explico como no se puede parar a Rivada arrancando de su campo. ¿Nadie puede dar un agarroncito, una falta técnica?
Y a partir de aquí dejo la crónica para los blancos, tan especialistas en ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo. Sin acritud por la labor que hace, un abrazo al árbitro que no ganará el Guruceta a no ser que éste sea otorgado por un jurado "blanco".
No puedo dejar de recordaros que la puntualidad es una muestra de educación y respeto. La última vez que escribí acerca de este tema, llegué tarde al siguiente envite, espero que no me pase lo mismo porque para mi es un agravio para los que están a su hora. Este tema es EXASPERANTE...
