martes, 28 de julio de 2009

Hacía mucho tiempo...

Empezaré hoy con una anécdota: alguien debería explicarle a Franco que son "pares y nones". Desde el partido de "veteranos y noveles" que no me siento enfrente del diario y lo echaba de menos, bastante. Hay algo que de vez en cuando me para, me impide escribir y no debería. Al principio era mi sospecha de que solamente Miki me leía y (perdoname Miki) me daba pereza y ahora es el sentimiento de ególatra que algunos ¿compañeros? me han colgado. No debería llamarse el "Diario de Vito" porque no habla de Vito, habla del Gallo Rojo F.C.
Han pasado mas o menos tres lunes y ha habido de todo, de todo. Ignasillas se ha hecho con la portería blanca, ¿la soltará? Vito ha parado un penalty (y van tres en veinte años). Iñaki ha jugado de delantero un partido entero (y ha disfrutado). Juan Castro jugó anoche un partido impoluto, marcando dos goles al "segundo" portero del Gallo Rojo y, aunque agradecidos por su labor y trabajo, seguimos sorprendidos por la bula de cierto jugador blanco y la falta de criterio del colegiado.
No hizo falta mirar mucho para ver que anoche sería un partido distinto, de casta. Macías puso el empuje, el orden, Iñaki los malabarismos y recortes y Juan Castro la magia (gracias boludo, lo hiciste de nuevo). La defensa, de diez; anoche tuve la impresión de que nadie me marcaría un gol. Marcaron ellos, y nosotros también para firmar tablas en el electrónico.
Ahora pensemos un poco en lo que hizo el Gallo Rojo ayer. A mi parecer abusamos durante un rato del juego horizontal y nos faltó algo de pegada. Hubo dos vaselinas, un gol "fantasma" que no subió al marcador (Nacho aseguró que no entró, le creemos), un larguero, ocasiones al fin y al cabo. Recuerdo disparos lejanos de Yahvé y Huan-Chow. Ellos marcaron el segundo gol de penalty, le hago caso a Cañizares y me vuelco a mi izquierda, Lolo le pega con el alma justo al lado contrario a media altura y ni la huelo, no me tocó la lotería. Examinemos como viene el primer gol: el árbitro pita un libre indirecto porque un jugador rojillo dice "mía, mía...". Hasta aquí todo correcto, viene en el reglamento, pero volvemos a la falta de criterio porque no es el único que dice mía (sin ir mas lejos anoche lo escuché al menos dos veces mas -sin castigo ambas- y yo en una salida dije "mía" aunque creo (modestamente opino) que el portero tiene "licencia"). Se saca la falta sin consecuencias y en el rechace me muevo de mi palo y me la enganchan justo ahí, donde duele, al del portero. Son gajes de desconocimiento, ya que os recuerdo que no soy guardameta (a pesar de ser el único portero del Gallo Rojo).
El tercero viene por un despiste mayúsculo. Saco de puerta a la banda izquierda y Sergio se confía, su hernia le juega una mala pasada en la arrancada y el balón se pierde para los blancos. Sacan a Lolo, la centra y Ángel Castillo remata de cabeza de libro, abajo, donde no llega casi nadie y a pesar de mi estirada, entra. Empate.
Última jugada, "Ley de la compensación", es decir, me equivoco al no expulsar a un portero hace dos semanas y compenso sin expulsar al último jugador (portero) cortando con ambas manos una ocasión manifiesta de gol (fuera del área). Nadie discute que yo debería haber visto la caseta antes que nadie hace dos lunes (he comprendido la explicación de los blancos acerca de la jugada, la regla y su aplicación), pero la balanza del fútbol es así de injusta. La explicación es que como quedaban tres minutos pues no lo expulso...
Una cosa antes de marcharme sobre todo si eres defensa del Gallo Rojo, jamás será falta del delantero, siempre será tuya, siempre.
¡Ah! Disculpas desde aquí a Toti, él sabe por qué (creo que Yahvé también lo vio).

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